martes, marzo 19, 2024

Cómo tus pensamientos afectan tu salud

¿Sabías que los pensamientos y las emociones tienen efectos a nivel celular? ¿Y que  son tan determinantes para tu salud como tus propios genes?

Hasta hace algunos años, aún creíamos que el proceso de enfermedad era independiente de la mente. Los síntomas se adjudicaban directamente al cuerpo, y las emociones y pensamientos a la mente. Ahora sabemos que pensamientos derrotistas, de frustración, odio, miedo o ira, pueden ser disparadores de alguna enfermedad. Está científicamente comprobado que tus pensamientos afectan tu salud.

Mente y cuerpo conectados.

Sobre todo en las enfermedades crónicas como las cardiovasculares, diabetes o cáncer, encontramos cada vez más evidencias de que nuestro estilo de vida, y como pensamos y nos sentimos a lo largo de ella, puede influir en las enfermedades que contraemos. El Dr. David R. Hamilton, PhD en farmacéutica y autor de numerosos libros sobre el poder de la mente sobre el cuerpo, asegura que tenemos una farmacia privada en nuestro cerebro, ya que éste es capaz de generar una gran variedad de compuestos químicos adecuados para sanar el cuerpo en el momento preciso.

La mente como reguladora de todos los procesos orgánicos.

Como he planteado siempre en mi blog, la salud es multifactorial, está determinada tanto por la alimentación, el ejercicio físico, la información genética y además, por todos nuestros pensamientos y emociones. Estos últimos se registran en el cuerpo  reprogramando su funcionamiento a partir de ellos. La buena noticia es que los humanos tenemos la habilidad de manejar nuestros pensamientos y emociones. Entonces ¡tomemos responsabilidad de lo que ocurre en nuestra mente a cada momento!

Según el tipo de sentimiento que te invada, repercutirá en alguna parte de tu cuerpo. En la Medicina Tradicional China cada órgano tiene cierta carga de energía que resuena con una emoción en particular.

Las molestias físicas más comunes desencadenadas por emociones son:

– Dolor de cabeza

– Dolor de espalda

– Cambios en el apetito

– Dolor de pecho

– Aumento o disminución de peso

– Problemas gastrointestinales

– Sequedad en la boca

– Cansancio extremo

– Presión arterial alta

– Palpitaciones y sudores

– Dificultad para respirar

– Rigidez en el cuello

– Insomnio

– Desvanecimiento

– Dolor y malestar general

¿Te puedes identificar con estos síntomas? Acudiste al médico y después de los análisis pertinentes ¿aún no encuentra la causa de tu malestar? O ya tienes un diagnóstico, pero ¿no ha surtido efecto el tratamiento?

No es común en la práctica médica convencional preguntar si el paciente está pasando dificultades en su vida, por ello te insto a que seas honesto con tu médico sobre tus emociones. Así te podrá sugerir cómo tratar tus síntomas físicos mientras trabajan en conjunto en mejorar la parte emocional.

Finalmente, te invito a reflexionar en un par de planteamientos:

1. Empieza a ver tu salud de manera integral, aprende a manejar el estrés y a regular tus emociones como parte de una práctica de salud, amable y contenedora. Las relaciones con otros y contigo mismo también son parte fundamental para lograr una salud integral, no las dejes de lado.

2. Comienza a ocuparte de lo que pasa en tu mente tanto como por llevar una alimentación sana y por ejercitarte frecuentemente, pues tus pensamientos afectan tu salud. La realidad es que una mala salud emocional debilita el sistema inmunológico, lo que dejará vulnerable tu cuerpo frente a infecciones y cualquier tipo de enfermedades.

¿Quieres más tips y recomendaciones? Checa estas 4 acciones que mejorarán tu salud a través de tus pensamientos y emociones, ¡y actívate!

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